Lo de algunos en nuestro país es ciertamente para nota, pero por mucho que se denuncie esta especie en lugar de desaparecer se incrementa según pasa el tiempo y por cualquier rincón de España se siguen produciendo actuaciones y declaraciones que mas que sorprender causan junto con el lógico estupor auténtica hilaridad por rídiculas, desproporcionadas y carentes del menor sentido...
Eso es lo que acaba ahora de ocurrir en el Principado de Asturias con la decisión de su Consejera de Educación que mediante circular ha ordenado - medida importante y esencial para mejorar la calidad de la enseñanza de los asturianos - que a las vacaciones de Navidad se las denomine vacaciones de diciembre y a las que coinciden con la Semana Santa, vacaciones del segundo trimestre pues ya se sabe el daño terrible que a los alumnos, a sus familias, a la sociedad de la noble Asturias pueden causarle el que dos periodos de inactividad escolar se sigan llamando, como toda la vida, con nombres relacionados con la religión y sobre todo con la religión católica, que es a la postre de lo que se trata.
Y a pesar de semejante majadería, la señora cuyo nombre ni conozco ni desde luego me importa un pito, seguirá cobrando su suculento salario como responsable de la educación del referido Principado asturiano y su partido, el PSOE, seguirá manteniendo a semejante indivídua sectaria e intolerante al frente del Departamento de su autonomía cuya misión es la de formar a buenos ciudadanos, respetuosos con las ideas y las creencias de los demás y sobre todo capaces de convivir en democracia con quienes no piensen igual que ellos...
Ya escribió Evaristo Acevedo, hace muchos años, la Antología del disparate nacional en la que habría sin duda ahora que incluir, si ello fuera posible, a esta señora por su manifiesta majadería.
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