El descaro de los Políticos.

Verdaderamente impresentable la medida aprobada por todos los Portavoces de los grupos políticos del Parlamento andaluz de incrementarse a quinientos y seiscientos euros semanales, en concepto de alojamiento y manutención, la retribución que hasta el momento venían percibiendo y de cuyo acuerdo quieren ahora dar marcha atrás cuando el asunto se ha hecho público y ha originado el lógico revuelo en la opinión pública que, una vez mas, asiste atónita al descaro conque quienes son considerados nuestros representantes se gratifican, mientras el resto de los ciudadanos de la Comunidad autónoma tienen que tratar de salir adelante como mejor pueden y amenazados por subidas de impuestos, recortes salariales o anunciadas bajadas de las pensiones...

Y no es que esto sea nuevo, que por desgracia ya hemos asistido en no pocas ocasiones anteriores a actuaciones semejantes, en Ayuntamientos, Parlamentos regionales, Diputaciones o, como no, en la sede de la soberanía nacional, es decir, el Congreso de los Diputados donde no solo tienen precios especiales en comedor y cafetería - por aquello de cumplir con el refán de que "buey suelto, bien se lame", y que conste que lo de mentar al rumiante no es alusión a nadie - sino que cuentan con fondo de pensiones propio, tratamiento especial para percibir la pensión y otras regalías, pero ciertamente indigna que con la que está cayendo sobre España - y Andalucía no es ninguna excepción - políticos del PSOE, de Izquierda Unida - el socio necesario - y por supuesto del Partido Popular - que a nadie le amarga un dulce, ni siquiera a la derecha - se hayan atrevido a adoptar acuerdo tan desvergonzado e insolidario.

Claro que ahora pretenden arreglarlo - así deben entenderse las manifestaciones del Presidente de la Cámara andaluza, señor Gracia en el sentido de que propondrá a los Grupos Políticos la anulación de la medida que fué aprobada el pasado 20 de marzo - pero evidentemente el arrepentimiento llega tarde y, una vez mas, esta gente tan desconsiderada y alejada de la realidad del resto de los ciudadanos y sus preocupaciones se han quedado literalmente con el culo al aire...

Después querrán que se acuda a las urnas - los de un lado y los del otro - cuando nos convoquen. Será la oportunidad entonces de espetarles a la cara: ¡ vayánse a la mierda con sus dietas y sus prebendas!