domingo, marzo 31, 2013

Cuando falta la perspectiva...

De un tiempo a esta parte los periódicos norteamericanos e ingleses han tomado un interés desmedido por los asuntos de España de la que hace aún muy poco tiempo no se ocupaban en absoluto, lo cual es facilmente comprobable en las hemerotecas, salvo que se tratara de alguna información para comentar las peculiaridades de nuestro país como por ejemplo la fiesta de los toros pero desde que estallara la crisis - que por cierto nos vino exportada desde su propio sistema bancario - no hay día que pase sin que seamos objeto de sus preferencias como acaba de poner de manifiesto ahora el New York Times con un reportaje sobre el lujo de nuestra Semana Santa que de paso - y tal vez por aquello de que el Pisuerga pasa por Valladolid - acaba arremetiendo contra la Iglesia católica española, sus privilegios tributarios y recordando la petición del Partido Socialista - ¡que casualidad ! -  de que se elabore un censo de las propiedades eclesiásticas para que sean sometidas al pago de los correspondientes impuestos...

Ya digo, han pasado de ignorarnos y a veces menospreciarnos a ocuparse ahora - tal vez para no hacerlo de tantas cosas como de ellos se podrían decir - de lo divino y humano que con España tenga la menor relación y naturalmente según el citado rotativo del excesivo lujo de nuestas Hermandades y de sus procesiones para lo que se toma como ejemplo la colecta de vecinos de la población sevillana de Olivares para ofrecer una Corona a una imágen de la Virgen por la que tienen devoción y es que cuando se desconoce la auténtica raiz de las cosas, la tradición y las costumbres ancestrales de una tierra, su particular forma de ser y de manifestarse es bastante fácil, como le ha ocurrido al autor de dicha información del New York Times, caer en errores de bulto tan evidentes como el que nos ocupa.

Y es que hablar o escribir sin el debido conocimiento de causa, sin la prudencia necesaria para calificar negativamente lo que se desconoce suele llevarnos a tomar el rábano por las hojas, induciendo a oyentes o lectores a admitir como veraces situaciones o cosas que no lo son, con el consiguiente perjuicio para las mismas y en este caso para unas creencias y unas tradiciones muy arraigadas en el conjunto de la sociedad española a las que bastante gratuitamente se ha permitido criticar este rotativo nortamericano, relacionando crisis económica con lujo excesivo de las Hermandades como si de estas dependiera la solución de aquella...

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