miércoles, marzo 27, 2013

Locuacidad eurocomunitaria

Desde que convivimos con las consecuencias de la grave crisis económica el ejercicio de irresponsabilidad por parte de no pocos dirigentes y altos funcionarios de la Comunidad Europea no ha parado de crecer, hasta el punto de que ha sido el causante directo de la mayoría de las alarmas desatadas en todo el territorio de la misma y de forma muy significativa en aquellos paises que, como el nuestro, han tenido que ser rescatados o han estado o están a punto de serlo que si viven con la amenaza real cada día son zarandeados por la incertidumbre de sus ciudadanos cuando alguno de estos personajes se dedican a abrir su boca para manifestar sus ideas al respecto, sin tener en cuenta que su imprudente comportamiento puede causar una auténtica conmoción...

Son muchas voces, ni una ni dos,las que ante semejantes comportamientos han clamado por la necesidad de que sea una sola la que hable en nombre de la Comunidad y sobre todo que no se lancen apreciaciones, muchas veces gratuitas y especulativas que ponen en peligro la estabilidad del euro, la paciencia y la confianza de los ciudadanos de la vieja Europa, incluso la estabilidad política de algunos gobiernos - ahí están los casos de Grecia o de Italia - y por supuesto que causan el desasosiego de millones de personas que ya no saben si sus ahorros están seguros, si se verán sometidos al penoso corralito que sufrieron los argentinos o si finalmente sobre ellos recaerá todo el peso y las consecuencias de la referida crisis y no sobre otras espaldas.

Y no se entiende que dirigentes tan bien pagados por todos nosotros, altos funcionarios que viven como auténticos privilegiados y que precisamente han sido creados por la aportación de todos los paises de la Comunidad que son además los que sostienen y garantizan sus suculentos emolumentos, campen a sus anchas y sin control y se dediquen a opinar impunemente sobre asuntos tan delicados, tan esenciales, que a todos nos afectan...

¿Es que acaso nadie los controla o puede hacerlo? ¿A que viene tal locuacidad eurocomunitaria? ¿Que pinta en todo esto el Parlamento Europeo? ¿Y la Comisión?. Pues ya alguien o alguno  de ellos podía tomar medidas para evitar semejante comportamiento y tapar la boca a los deslenguados. ¿O no?

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