jueves, marzo 28, 2013

¿Cuentas mal hechas?

Parece que esto de facilitar cifras correctas sobre las cuentas públicas es algo que no se le da muy bien precisamente al señor Ministro de Hacienda que, por el puesto que ocupa, debería ser el mas exacto en dicha cuestión para evitar, como viene sucediendo desde que el actual Ejecutivo presidido por el señor Rajoy tomara posesión, que los organismos europeos e internacionales competentes en esta materia tan delicada pongan en solfa previsiones o datos reales proclamados por el señor Montoro a bombo y platillo e inmediatamente rectificados al alza o a la baja, según los casos, por estos últimos, lo cual supone una amenaza añadida a la inestable situación económico-laboral de España...

Desde luego no debe ser tarea fácil, tras la situación heredada del anterior gobierno presidido por el socialista y utópico señor Zapatero,  gobernar con acierto y sin errores de bulto las cuentas del Estado y seguramente en dicha dificultad radicará el facilitar cifras correctas sobre la deuda y demás magnitudes de la macro economía, pero quizá esté faltando al referido señor Montoro y su equipo y desde luego al Ministro de Economía señor De Guindos  mayor coordinación a la hora de anunciar determinadas cuestiones y por supuesto menor triunfalismo y una mínima prudencia que en tantas ocasiones se ha echado de menos y que ha sido la causante de que desde fuera - en ello también han estado y siguen estando las Agencias de Calificación - se nos haya puesto la cara colorada con el peligro que esto comporta.

Es decir, que si se hizo para tratar de colar unas cantidades que no son ciertas, malo y si la causa fué la de que quienes tienen que vigilar la evolución de nuestras grandes cifras económicas no saben muy bien por donde van estas, peor pues pone claramente de manifiesto que los responsables de la hacienda del país no acaban de dar con la tecla de su trabajo. Y para colmo, cuando estos hacen públicos los datos que creen ciertos, viene el organismo regulador - es decir el Banco de España - y dice que para nada son creibles dichos datos.

¿Hay quién lo entienda?

Pues yo tampoco...

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