jueves, julio 05, 2012

Queda un largo camino por delante.

Posiblemente no solo le habrá ocurrido a España, es decir, que el mal no es algo exclusivo de nuestro país, pero por decisiones políticas erróneas, medidas que debieron adoptarse a su debido tiempo y no se tomaron - como por ejemplo, la recapitalización de la Banca -, exceso de administraciones y de organismos públicos, descontrol del gasto a todos los niveles y entre los que originados por Autonomías y Ayuntamientos no fueron desde luego los menores, subvenciones a Partidos y Sindicatos - que deberían financiarse con sus propios militantes y simpatizantes - y retribuciones a medio millón de cargos públicos, repartidos en Congreso de los Diputados, Senado, Parlamentos Autonómicos, Diputaciones, Ayuntamientos, Mancomunidades y no se cuantos "chollos" mas, hemos llegado a una situación verdaderamente insostenible y muy preocupante...

Ahora todo son por supuesto "recetas" para paliar este caos que nos lleva directamente al abismo y del que sin duda nos queda un largo camino por recorrer pues no se supieron adoptar las medidas necesarias a su tiempo y tanto los que gobernaban como la oposición, que ahora soporta la carga de dirigir el país en condiciones bien difíciles mantuvieron un discurso irreal - ¿eso del "estado del bienestar le suena a usted, amigo lector?- ya que a tanta dádiva, merecida desde luego pero insostenible, nadie pensó que había que acompañarla con la solidez económica que la hiciera posible o en "inventar" la maquinita con las que las autarquías suelen hacer frente a los períodos de inflación.

Por eso, por las imprevisiones y errores del pasado y por alguna que otra torpeza de este tiempo, además de por la necesidad de acomodar el paso de España a la normativa de la Unión Europea, nos encontramos como nos encontramos, con un horizonte bastante negro y con una incertidumbre permanente a la que cada día viene a poner "la nota de color" esa prima de riesgo que sube y baja como un tobogán, que condiciona nuestra economía y que se ha convertido en ese molesto familiar cuya imprevista llegada a casa nos fastidia hasta el extremo...

Y lo malo es que pasan los días, las semanas y los meses y a este embrollo no acaba de vérsele el final tan ansiado por todos de un repunte de la economía, una disminución de la gravísima tasa de paro - a pesar de que los últimos datos hayan sido positivos - y una recuperación de la actividad industrial y comercial.

¡Ojalá que lleguen antes de que todos estemos muertos!

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