jueves, julio 12, 2012

Aniversario de una canallada.

Se cumplen ahora quince años del vil asesinato, a manos de esbirros de la ETA - esos que a sí mismo se llaman "gudaris, como si se trataran ¡que mas quisieran! de heróicos soldados vascos - del concejal del Partido Popular en Ermua, Miguel Ángel Blanco, que tras permanecer secuestrado por terrorista de la banda criminal recibió un tiro en la cabeza, conmocionando su muerte profundamente a España entera, provocando una unánime reacción de condena y rechazo de semejante salvajada y marcando un punto de inflexión con respecto al terrorismo y sus consecuencias a partir de entonces, cuando el país de un extremo a otro salió a la calle para mostrar su repulsa por la muerte de este joven cuyo delito fué el de tratar de participar en la política, saliendo elegido como concejal de la mencionada población...

Quince años ya y Miguel Ángel Blanco sigue vivo en la memoria colectiva de los españoles que ante su cruel asesinato no solo alzaron sus "manos blancas" sino que dijeron definitivamente a ETA que sobraba en la vida del país, que sus asesinatos no tenían el menor sentido ni justificación y que debía entregar las armas y desaparecer de una vez por todas, cosas que por desgracia todavía no ha hecho aunque haya declarado "una tregua" sobre la que cabe la razonable sospecha de que se trate mas de una estrategia para "conquistar su papel en la participación de la vida polìtica" que del final real de su ejecutoria terrorista asesina.

Sea como sea y tengamos esperanza de que al final se imponga la cordura en esta gentuza y entreguen sus armas y se disuelvan, hoy lo importante es tener presente a Miguel Ángel Blanco al que mañana viernes cuarenta ciudades españolas le recordarán con diversos actos, elevar una oración por su eterno descanso y mostrar, una vez mas, el rechazo contundente a quienes tanta sangre, tanto dolor, tanto odio han sembrado en nuestro país a lo largo de muchos años, llevados de una ceguera inexplicable...

Por eso este decimoquinto aniversario no debe pasar desapercibido.

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