miércoles, octubre 19, 2011

¿Café para todos?

Es bien sabido que ante cualquier alternativa de infraestructuras públicas, ante una buena oportunidad, todos - y en esto nos referimos a Comunidades, Ciudades o formaciones políticas - aspiran siempre a lo mejor, es decir, a lograr lo máximo en beneficio de sus concretos intereses que pueden ser compartidos o compatibles con otros pero que en ciertas ocasiones - y esta puede ser una de ellas - no son asumibles por presupuesto y a veces también por priorizar determinados intereses que no siempre resultan ser los verdaderamente legítimos.

Y algo de esto es lo que ha sucedido con el anuncio del Corredor Mediterráneo por parte de la Comisión Europea que en su diseño - queda aún un largo camino de estudios previos y un no menos lejano plazo de ejecución - ha decidido que el mencionado Corredor llegue hasta Almería - la provincia peor dotada en infraestructuras y la que mayor volumen de exportación tiene en nuestra Comunidad - y desde allí se dirija a Granada, obviando el resto de la costa mediterránea andaluza - Granada, Málaga y Cádiz - aunque esta última tendrá la compensación del trazado directo Algeciras-frontera francesa que facilitará evidentemente la salida y entrada de las mercancias que gestione su importante puerto...

Pero no todos están contentos y el hecho de que precisamente esta última ciudad mencionada y Cádiz sigan sin estar unidas por ferrocarril, que la costa granadina se haya quedado marginada así como el litoral malagueño, ha suscitado nada mas conocerse este proyecto europeo, que la Comisión financiará en importantes porcentajes que pueden llegar a alcanzar el cincuenta por ciento, las quejas de todos aquellos que no ven satisfechas sus aspiraciones.

Claro que, como se ha comentado antes, este denominado Corredor Mediterráneo como el Atlántico, desde Portugal a Francia, tienen ante si un muy largo recorrido hasta convertirse en realidad y es posible - seguro, cabría decir - que durante el mismo algunas de las limitaciones que en ellos se contemplan puedan ser subsanadas o cambiadas...Ese es el arte de la política, si se sabe ejercer...

Esperemos que así sea.

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