jueves, junio 16, 2011

Oiga, y de lo mío ¿que hay?

Desde el pasado 22 de mayo pienso y además me consta que esta pregunta se ha formulado en mas de una ocasión y desde luego a mas de un político de los que resultaron elegidos y desde hace una semana gobiernan Ayuntamientos de toda España y es que el poder suscita cercanías que buscan, a toda costa, una colocación...

Algo muy español, sin duda, que en ciertos casos ha estado precedido de aquello tan habitual de "cuando llegues al poder, acuérdate de mí, que los amigos estamos para algo, digo yo" y de esta forma hemos ido engrosando plantillas municipales, aquí y allá, ocasionando graves desequilibrios en las cuentas de muchos Consistorios que se las ven y se las desean, incluso, para poder pagar sus nóminas; caso concreto de Jerez donde el problema se ha planteado en toda su crudeza con la llamada crísis del ladrillo.

Pero a pesar de eso, con la llegada de los nuevos, se renueva - y así nos lo han ratificado quienes lo saben de primera mano - la inveterada costumbre de inquirir "por lo mío", por si acaso cae la breva y se cumple aquello que el malogrado Carlos Cano cantaba cuando el primer gobierno del Psoe: "colócanos, colócanos, Felipe colócanos..."

No hay comentarios: