¡Cuidado con la interpretación de resultados!

A vuelta con las pasadas elecciones y aunque algunos de los criterios que en este comentario tratamos de analizar ya han sido mencionados en dias pasados, hoy toca poner el acento en la necesidad que tienen ganadores y perdedores de acertar con la interpretación que hagan de los resultados deparados por las urnas, salvo que quieran - en el caso de aquellos que las han perdido - volver a fracasar nuevamente...

Y es que quienes, como por ejemplo IU, han obtenido un apreciable incremento de apoyo popular, mal harán si el éxito lo atribuyen a lo bien que lo han hecho en la pasada legislatura y no tienen en cuenta que la propia debacle socialista ha sido en buena parte la directa causante de su aumento de votos, argumento que igualmente se podría aplicar al PP, beneficiado sin duda de la emigración de un buen porcentaje de votantes de centro izquierda que, ahora, lo han sido - como consecuencia de su frustración con el gobierno del PSOE - de centro derecha, coyunturalmente.

Si hablamos de pequeñas formaciones políticas locales, sin duda algunas - como en el caso del llamado Foro de Jerez - también han sido directamente beneficiarias de la frustración de los ciudadanos con la deficiente gestión de los gobiernos socialistas, de muchos de sus pecados comentados en anterior post y por supuesto del gusto de no pocos electores por el populismo político.

Vamos, que mal harán unos y otros si toman el rábano por las hojas y no fulminan a partir de ahora todos los casos de corrupción, condenada o imputada - ojo en esto a los responsables del PP -, el enchufismo crónico fomentado por ciertas formaciones políticas que nos han asemejado - por su permanencia hegemónica en el ejercicio del poder - al pri mejicano, la prepotencia o la egolatría y desde luego la falta de transparencia, hurtando a la ciudadanía lo que debe conocer e instándola a participar en la tarea común.

¡Cuidado pues con la interpretación de los resultados!, ya que una conclusión errónea puede llevar a mas de uno a la derrota, en próximos comicios o, en tantos casos, directamente a su casa...