jueves, mayo 05, 2011

El Golfo de Cádiz

Y al titular con el accidente geográfico este comentario, no me he querido referir precisamente a eso, a una porción de mar que se adentra en la tierra, entre dos cabos, como escuetamente lo define el diccionario básico de la lengua española sino a ese liberado sindical, de la UGT por mas señas, que hace unos días se permitió la intolerable licencia de calificar de semejante manera al Papa Juan Pablo II, que en su Pontificado tuvo el gesto de acordarse de Andalucía, viniendo dos veces a esta tierra y por cierto creador de la diócesis jerezana...

Y es que precisamente por ello, el autor de tan desafortunado graznido - ya sabe usted, amigo lector el grito de los cuervos o los gansos - es quién se ha hecho acreedor, con todo merecimiento desde luego, al calificativo por él empleado para tratar de insultar - no se sabe muy bien por qué - a quién fuera Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, esa de la que se nutren no pocas organizaciones sindicales y de la llamada izquierda, aunque a veces quienes las representan no encuentren otra manera de ganarse adeptos que la de pretender arremeter contra ella o sus dirigentes.

Ya digo, si aquí alguien ha hecho méritos sobrados para poder ser calificado como golfo, como el Golfo de Cádiz, nunca mejor dicho, es ese liberado sindical, insisto en ello, que además de cargar con una de las tasas de paro más escandalosas de España, de asistir como espectador al declive lamentable e imparable de la poca industria que teníamos en la zona de la bahía, se permite - encima - el inexplicable ataque a un carismático lider religioso reconocido en el mundo entero, tal vez como cortina de humo para ocultar todo lo anterior que es, sin duda, de lo que debiera ocuparse.

Corta se queda la definición geográfica para calificarle...

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