La última moda, sin duda, esta de convocar a los Medios informativos de una ciudad para contarles lo que yo quiero, pero sin admitir que los plumillas cometan la indelicadeza de preguntar algo, no vaya a ser que alguno acierte con la cuestión y nos deje en mal lugar y además nos ponga en un brete y encima - que estos de la canalla son así - descubra algún chanchullo de los que no conoce el personal y la propaganda mediática que buscamos a la postre se nos vuelva en contra...
Vamos, que vengan y escuchen y callen, que en boca cerrada no entran moscas y así les evitamos el mal trago de digerir un díptero, no vaya a ser que las patas y la trompa se les atraganten y tengamos que llamar a los servicios sanitarios de urgencia.
Que es que los queremos tanto, a los de la pluma y el micrófono, que tratamos de evitar todo mal para ellos, tan serviciales siempre, salvo cuando se empeñan en preguntar sobre todo como si les pudiera interesar lo que nosotros podamos contestarles.
Por eso, nada de preguntas y a escuchar, si quieren y si no, también...
posdata: menos mal que la Presidenta de los periodistas españoles ha salido al paso de esta práctica generalizada, instándoles a abandonar semejantes remedos de ruedas de prensa.
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