La verdad sea dicha es que en Jerez, bajo ese pomposo título del "Día de los Museos" poco o nada hemos podido celebrar ya que la situación de la ciudad, a ese respecto, no es que sea deficiente, es que es verdaderamente lamentable, con inexistentes museos que se anuncian y no se hacen, museos que se cierran y años mas tarde siguen con sus puertas clausuradas o museos que por razones no bien explicadas han acabado en la ruína - léase La Atalaya - y convertidos en lugar para celebraciones varias...
Y menos mal que algo salva la situación lo relacionado con el caballo, gracias a la Real Escuela del Arte Ecuestre y su complementario Museo de Enganches, que por lo demás, poco o nada para no variar a pesar de los intentos y las protestas de ese grupo denominado Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Jerez, cuyas voces, desgraciadamente, han tenido poco eco entre nuestros responsables públicos hasta la fecha.
Y no es que nuestra ciudad - a las audiencias me remito - sea un ejemplo de apoyo a la cultura, salvo las novelerías teatreras - que no están al alcance de cualquier economía - o las convocatorias de los canapeses a las que acuden la mayoría para deglutir (la tapa, se entiende) y no para absorver los mensajes de conferenciantes y ponentes, pero de eso al estado catatónico de nuestra oferta museística media todo un abismo de falta de voluntad, compromiso, imaginación y empeño de quienes están obligados a velar por la defensa de la cultura y el patrimonio propios...
Por eso, en este internacional Dia de los Museos, aquí, en Jerez, poco, muy poco que celebrar.
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