jueves, mayo 27, 2010

Que paguen ellos sus propios errores.

Es algo que uno puede escuchar en las improvisadas tertulias de las reuniones de amigos, en la barra del bar, en las dependencias de su propia empresa...en fin, en muchos lugares, ya que como consecuencia lógica de lo que ha pasado en la economía mundial y sobre todo de las causas que han originado esta peligrosa situación, que a tanta gente afecta de manera negativa, el asunto se ha convertido en obligado tema de conversación para el conjunto de la ciudadanía...
Y ese asunto al que nos referimos no es otro que la necesidad de que, al menos en el futuro, se cumpla a rajatabla el principio de "quién la hace, la paga", es decir, que las negativas consecuencias de una política financiera y crediticia mal planteada y a veces suicida las terminen pagando no las familias, los funcionarios o los pensionistas, por citar tan solo algunos de los sectores de la sociedad que siempre sufren las peores consecuencias en situaciones semejantes, sino los directamente culpables, los que amasan pingües beneficios, los que se atribuyen blindajes multimillonarios, es decir, todos cuantos de una forma o de otra representan y dirigen el llamado sistema bancario.
Claro que esto no lo digo yo, que también, sino la propia Comisión Europea que acaba de proponer la creación de veintisiete fondos que se nutran de una tasa impuesta a las entidades bancarias cuya finalidad sea la de paliar futuras crísis bancarias - como la que ha originado la actual situación -, corriendo dichas entidades con las consecuencias de sus propias equivocaciones y no, como ha pasado ahora, cayendo las mismas sobre los contribuyentes y entre estos, los economicamente más débiles.
Para corroborar lo anterior, el Comisario europeo de Mercado Interior ha manifestado que cree en el principio de que "quién contamina, paga" y que ello le ha llevado a formular esta propuesta. Ojalá que no se quede solo en eso - en proyecto - y que finalmente de verdad hayamos todos aprendido la lección y ello traiga como resultado una medida ejemplar para los especuladores o para aquellos que con su torpeza o su falta de visión nos echan encima la mierda de sus errores...

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