viernes, mayo 07, 2010

La Feria y los políticos.

Se ha puesto de moda, sin duda, de un tiempo a esta parte y de la alegría, la fiesta, el baile, el vino y el cante - sin olvidar los adecuados complementos de guisos, gambas, jamón y otras delicias culinarias - hemos pasado, por arte de los políticos a convertir nuestras fiestas mayores, las Ferias de nuestros pueblos y ciudades - y mientras más grandes sean estas, mejor - en oportunidades para practicar las relaciones públicas y, desde la actividad municipal, autonómica o gubernamental, en ocasión inmejorable para transformar, por ejemplo, la "Caseta" en una singular rueda de prensa, de la que naturalmente darán cuenta todos los Medios Informativos...que para eso se organizan.
Ya digo, esto sucede de un tiempo a esta parte y sin el menor pudor, especialmente con ocasión de las ferias de Sevilla, de Jerez, de Málaga, de Córdoba o las Colombinas de Huelva, por citar tan solo algunas de ellas, nos llegan, con su cargamento de anuncios y promesas políticos venidos de la Corte que desde luego lo han podido hacer en otro momento pero que han elegido la fiesta para acercarse hasta aquí y hacer público ese proyecto tan anhelado, del que nada se sabía pero que ahora, tal vez impulsado por el espíritu festivo, ya tiene hasta plazo de ejecución, licitación de la obra, partida presupuestaria y cuanto se necesita para que finalmente se convierte en auténtica realidad...
Y no es que esté mal que las cosas se digan y por supuesto se hagan, pero no deja de ser bastante chocante que para ello haya que aguardar la celebración de una fiesta, como por ejemplo nuestra Feria del Caballo, que ya de por sí tiene suficientes atractivos como para que tenga que venir a enriquecerla un político - de la cuerda que sea - con sus promesas, ¿o no?.
Por eso nada mal estaría que - como hace años ocurriera en la Romería del Rocío, en vísperas electorales - la Feria, nuestra hermosa Feria del Caballo pusiera a la puerta un letrero previniendo que el "real" del Parque González Hontoria es territorio en el que queda prohibida la actividad y el proselitismo político, que bastante tenemos ya en el resto del año los jerezanos...
¿O acaso no es así...?

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