Como bien dice mi compañero y sin embargo amigo José Luís Garrido, en el post titulado "Los damnificados del naufragio", de su Blog, "al final, los niños y los viejos, pagamos el pato" y es que con el paquete de medidas contra la crísis, anunciado hoy mismo por el Presidente del Gobierno socialista, quienes se verán más afectados son, precisamente eso, los de siempre, los pensionistas, la clase trabajadora, incluídos los funcionarios y desde luego los niños...y poco más.
Y eso es lo que parece denotar la anunciada eliminación del llamado "Cheque bebé", la revalorización de las Pensiones, para el próximo año, la eliminación del régimen transitorio para la llamada jubilación parcial o la adecuación del número de unidades de los envases de medicamentos, a lo que se añade la reducción de un quince por ciento del sueldo del Gobierno - ¿alguien podría cuantificar su importe para conocimiento del ciudadano? - la reducción de la ayuda oficial al desarrollo o la de algo más de seis mil millones de euros en la inversión pública del Estado. ¿Son suficientes, acaso?
Claro que frente a esto, el lider de la oposición ha planteado para atajar la actual situación de crísis, por la que desde Francia, Alemania o el propio Estados Unidos nos acaban de tirar de las orejas la supresión inmediata de la Vicepresidencia tercera del Gobierno, la de los ministerios de Vivienda e Igualdad, la integración de los ministerios de Cultura y Educación y de Trabajo y Sanidad así como un plan integral de reestructuración del gasto público que evite duplicidad de administraciones, por ejemplo, medidas que parecen compartir miles de ciudadanos...
Naturalmente que, según el espectro ideológico, los lectores se alinearán más con lo primero que con lo segundo y desde luego es inevitable, necesario y urgente adoptar medidas que traten de enderezar el rumbo incierto de esta nave que se llama España, pero lo que uno no llega a asimilar es el hecho de que la mayor parte de las medidas de ahorro pensadas y anunciadas caigan como una losa sobre los mismos, es decir, los más necesitados de apoyo y ayuda y, mientras tanto, por ejemplo, la Banca, a la que se se sostuvo con miles de millones cuando le venían mal dadas, siga anunciando beneficios trimestrales escandalosos y dotando s sus Consejeros de blindajes supermillonarios.
Ya digo, como mi compañero Bustamante, el pato lo pagamos los de toda la vida.
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