Ciertamente, desde la implantación del nuevo carnet de conducir por puntos una disminución de la velocidad de los conductores en autopistas, autovías y carreteras se ha notado en nuestro país y, cuando uno circula por ellas, aparte claro está de los majaretas y "fangios" que los sigue habiendo, aparte desde luego de aquellos que quieren presumir de coche o buena conducción, según ellos, la inmensa mayoría de ciudadanos sensatos han optado por no jugarse el documento que los habilita para poder conducir un vehículo y, sobre todo, por no jugarse su propia vida y la de los demás... aunque todavía quedan quienes alegan que ir a ciento veinte produce aburrimiento o sueño o que "su" coche puede ir más rápido por las prestaciones del motor y "lo seguro que es".
Eso, afortunadamente, se traduce en una sensible disminución del número de accidentes y por supuesto de víctimas mortales y heridos, a lo que también contribuye la progresiva mejora de nuestras vías de comunicación, la revisión obligatoria del parque de automóviles y camiones que circula por ellas, previo paso por las ITV, y una mayor concienciación del conjunto de la ciudadanía con respecto a los problemas derivados del tráfico.
Claro que, a pesar de ello y de la mejora evidente de los sistemas de protección específicamente diseñados para los más pequeños en edad y del tipo de asientos que actualmente es obligatorio llevar en los coches, cuando en los mismos viajan niños, siguen siendo - según un estudio reciente del Real Automóvil Club de España - los accidentes de tráfico la principal causa de mortalidad infantil en España, ya que el pasado año fallecieron como consecuencia de ellos en nuestro país más de un centenar de menores de edad, resultando heridos de gravedad una cifra superior a los seiscientos.
Del estudio que nos ocupa, divulgado con ocasión de celebrarse el "Día Universal de la Infancia", se desprenden además datos tan significativos como que la mayoría de los fallecidos lo fueron en accidentes de carretera, que con respecto al año anterior - 2006 - se epreció un incremento de mortalidad infantil en las ciudades, que según el RACE se corresponden con desplazamientos cortos sin utilizar los sistemas de retención infantil o con atropellos o que se incrementaron los accidentes que afectaron a niños comprendidos entre 0 y 1 año y entre los de 2 a 5 años, datos que sin duda deben hacernos reflexionar a todos.
Desgraciadamente los accidentes de tráfico son una auténtica plaga de nuestro tiempo, pero cuanto se haga para reducirlos o evitarlos será sin duda positivo y en esta tarea tenemos que implicarnos todos los ciudadanos, conductores o no...
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