En todo este embrollo de la crisis financiera mundial, que tantas consecuencias negativas ha deparado y sigue obsequiando especialmente a las personas que menos poder adquisitivo tienen, nadie ha dicho - o si acaso lo ha hecho, en voz baja - que todo el peso de la Ley, todo el rigor que de las normas vigentes se derive, debería caer - como una merecida losa - sobre los especuladores, los irresponsables administradores que han permitido que se llegue a semejante estado de cosas, aunque ellos finalmente - si su Banco o su Financiera ha quebrado o tuvo que se intervenida - se lo han llevado, pero que muy calentito...
Y eso es lo que la sociedad no debería permitir, obligando a estos gestores de pacotilla, a estos auténticos terrorista económicos, a pagar, con su propio patrimonio o con la carcel el daño inferido al conjunto de los damnificados por su intolerable proceder.
Pero, como en tantas otras cosas, parece que mirar para otro lado es lo aconsejable para algunos políticos, de esta orilla del atlántico y de la otra. Que lo mejor es enchufar cientos de miles de millones a la Banca que ha provocado con su negligencia y por que no, su estupidez, este crak que se traduce en la imposibilidad de mantener vivas muchas empresas, en la insuperable dificultad para pagar las hipotecas y, desde luego, en la pérdida de millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
¿Y los responsables - personas y Entidades - de "rositas"...?
Por el momento, parece que sí.
Triste, pero cierto.
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