lunes, abril 30, 2007

"Nunca es tarde, si la dicha es buena..."

El refranero tiene salidas para casi todo, por lo que tal vez para el problema suscitado con el proyectado cierre de Delphi, muy bien se podría aplicar el que encabeza este post que dedicamos al asunto aunque la opinión generalizada, de trabajadores, sindicalistas y ciudadanos de todo el ámbito de la Bahía de Cádiz y poblaciones limítrofes es que, en este caso, ha existido notable dejadez por parte de quienes estaban llamados a evitar que la factoría, finalmente, pudiera cerrar sus puertas, condenando al paro a centenares de obreros.

En apoyo de esta tésis, las palabras del actual titular del Ministerio de Industria afirmando que desde hace tiempo - año 2005 - era conocida la situación de pérdidas que atrevesaba dicha empresa parecen dejar claramente de manifiesto que, en algún momento y por parte de responsables públicos encargados de velar por la "buena salud" laboral y empresarial en Andalucía no se ha estado a la altura de las circunstancias, aunque ahora traten de camuflar su responsabilidad poniéndose al frente de la pancarta, cuando la sociedad civil sale a la calle a mostrar su preocupación y su legítima protesta por esta nueva debacle del empleo en la provincia de Cádiz, donde ya tuvimos que sufrir la reconversión de Astilleros aún hace muy poco tiempo, sea dicho tan solo por recordar...
Ahora, como es lógico, surgen apoyos por todas partes al amparo del grito-lema "Delphi no se cierra", lo cual naturalmente es positivo, como también lo es el Convenio suscrito entre el Gobierno Central y el de la Junta de Andalucía para convertir el Polígono "Las Aletas" en una nueva zona que permita acoger iniciativas empresariales - que se afirma que están ahí, esperando una medida como esta - que generen riqueza y empleo, pero a pesar del refranero popular, uno tiene la sensación, compartida como digo con muchísimos ciudadanos, que en este asunto ha existido dejadez y pasividad y que las medidas llegan bastante tarde, aunque confiemos que con ellas se pueda cumplir esa otra sentencia popular de que quien rie el último, rie mejor...
Así, al menos lo deseamos nosotros.

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