El carnet por puntos no es la panacea...

Se ha desmostrado que el carnet por puntos no es - como define el dicionario el término - "el medicamento que se supone eficaz para curar varias enfermedades", ya que ha bastado una "Operación salida/retorno en Semana Santa para que las optimistas previsiones de la Dirección General de Tráfico se hayan venido estrepitosamente abajo, arrojando un saldo terrible de víctimas que casi iguala - y veremos si finalmente no lo supera ( esperemos que no se así) con el fallecimiento de alguno de los heridos - la cifra del pasado año.

Ahora volvemos a hablar del mal estado de las carreteras españolas, especialmente las de orden secundario y del abuso de bebidas alcohólicas, drogas y, como no, del exceso de velocidad, pero lo cierto y triste es que, otra vez más, la carretera se convierte en un auténtico drama para muchas familias, a pesar de que parecía que los conductores se habían mentalizado, en buen número, de la necesidad de levantar el pie del acelerador y acomodar su marcha a los límites establecidos, atendiendo de esta forma las recomendaciones de las autoridades encargadas de regular el tráfico.

Por eso uno piensa que con un talante mucho menos triunfalista que el adoptado por el responsable máximo del Tráfico en nuestro país, que en casi todas sus comparecencias ante los Medios de Comunicación parace que hubiese descubierto el Nuevo Mundo con su carnet por puntos, habría sin embargo que seguir insistiendo a los conductores en la neccesidad de moderar su velocidad, en la obligación de respetar las reglas y en la conveniencia de salvaguardar no solo la vida de los demás sino la propia que puede perderse por una simple distracción al volante o por querer llegar unos minutos antes al punto de destino, ese que no han alcanzado mas de cien personas en el período festivo de la pasada Semana Santa.