PP: Un melón por calar...

Otra vez mas de lo mismo en el PP andaluz, después de la forzada travesía del desierto que se ha visto obligado a protagonizar el actual Alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, tras la espantá  del incombustible Arenas vuelve a aparecer por estas latitudes - de las que nunca se ausentó realmente - quién tiene a su favor el haber logrado que el Partido Popular obtuviera el triunfo en unas elecciones en nuestra Comunidad, pero que reiteradamente ha tropezado con la china de que su victoria no le ha servido para poder alcanzar el poder en esta Comunidad, bastión de los socialistas y muchas veces como ahora su verdadero sostén, y cual alargada sombra se proyecta sobre las decisiones que marcan no ya el rumbo sino el propio futuro de esta formación política...

 

Claro que este no es problema ni manera de actuar exclusiva de los conservadores andaluces y especialmente de su líder áulico ya que para la sustitución del gastado Griñán también en el PSOE han actuado de igual o parecida forma, designando digitalmente a la señora Díaz, actual Presidenta autonómica tras el  Congreso-decorado celebrado para auparla sobre sus compañeros partidarios, pero lo cierto es que en esto todavía llevan ventaja quienes militan en las filas del Partido Popular de Andalucía, sometido desde hace años a la férrea voluntad del citado Arenas.

 

Lo curioso de esta situación es que, con la designación del nuevo Presidente del Partido Popular y mas que probable candidato a las elecciones para la Junta, el joven malagueño adoptivo que lideró en su día las Nuevas Generaciones se repite en la derecha lo planteado en la izquierda: un liderazgo de personas de no muchos años de edad, militantes desde sus años mozos, curtidos en los entresijos de su partido y con probada ambición por escalar posiciones dentro de su formación, aunque quepa en ambos casos la razonable duda de si estarán dotados de las cualidades necesarias para ejercer una positiva y no sectaria tarea de gobierno en favor del pueblo andaluz...

 

Pero eso, el tiempo nos lo acabará diciendo.