Hay personas que tienen por costumbre puntualizar cuanto escuchan o leen y manifestar inmediatamente su opinión sobre el asunto de que se trate, especialmente para aclarar aquello que entienden equivocado o erróneo, dejando así establecido que quienes de verdad saben de lo escrito o hablado son exclusivamente ellos y que sus observaciones sirven para dejar sentado lo que en realidad ha ocurrido, poniendo en entredicho los argumentos, ideas o manifestaciones de aquellos a los que rectifican...
Y seguro que lo hacen con la mejor de las intenciones, pero lo cierto es que quienes así se comportan acaban dejando la sensación en cuantos les escuchan o leen de que van alardeando de estar siempre en posesión de la verdad, aunque tantas veces esto no sea mas que una falsa impresión de lo que en realidad sucede y lo que finalmente consiguen es molestar con sus puntualizaciones que tampoco vienen a aportar nada importante.
A quienes habitamos este mundo de la Blogosfera es algo que nos suele salir al paso cada dos o tres comentarios, a veces para corregirnos una fecha, un dato equivocado, algún desliz ortográfico, lo cual es desde luego muy de agradecer pero suele también tocar los cataplines - por utilizar una expresión adecuada - y le trae a uno a la memoria ese frase alusiva de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio...
Así que sigan quienes lo deseen con sus puntualizaciones, si con ello se quedan contentos.
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