miércoles, febrero 26, 2014

Lamento de la Guitarra.

 
Un duro golpe para el mundo de la música, especialmente para el Flamenco en el que la guitarra de Paco de Lucía reinaba desde hace ya muchos años, marcando toda una época de este instrumento tan nuestro y proyectándose al ancho mundo para que este conociera y reconociera la grandeza de un intérprete único e irrepetible que supo, como nadie, armonizar lo nuestro con lo foráneo para que desde el concepto de la universalidad llegara a cautivarnos a todos...
 
Sorpresivamente, como casi siempre ocurre con personajes como el que hoy nos ocupa, mientras jugaba con sus hijos entre dos aguas en una playa mejicana, país en el que había elegido vivir desde hace años, se nos ha marchado para siempre, posiblemente para encontrarse en algún lugar con quién acompañó tantas veces con su guitarra, para que cantara también - como el logró con su instrumento - como los propios ángeles.


Ha muerto un genio de la guitarra flamenca, que se atrevió con la música clásica y la música de otras latitudes que supo fundir en el  crisol de las cuerdas que templaba como nadie desde la inspiración y la sensibilidad que le nacían del alma pero queda para la eternidad la grandeza de su legado...

Descanse en paz, ese genio al que tuve la fortuna de poder escuchar, bajo las bóvedas de la antigua Academia de San Dionisio, hace ya cincuenta años, cuando apenas comenzaba y con el que me volvería a reencontrar - para emocionarme otra vez - hace apenas unos años, cuando actuó sobre el albero de la Plaza de Toros jerezana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menos de 50 años, Don Andrés, que hace ese tiempo usted todavía no había honrado a Jerez con su presencia y bien hacer.