Lo del anticlericalismo de los españoles es algo atávico de lo que por lo visto ni con el paso del tiempo podemos librarnos por lo que no puede extrañar que reacciones de tal carácter se hagan presentes, en nuestra sociedad, de forma habitual y reiterativa y especialmente cuando, por alguna razón o circunstancia, la figura de los curas cobra protagonismo por decisiones políticas que tienen que ver con la religión, por desafortunadas conductas de algunos clérigos, por discrepancias ideológicas entre los partidos que, de una u otra forma, tienen que ver con la Iglesia o sus asuntos que naturalmente son enarbolados como banderas por partidarios y detractores...
Es la misma historia de siempre, por repetida cansina hasta el hartazgo y bien conocida de las izquierdas - que utilizan como ariete contra los Obispos y sus vicarios los sacerdotes todo aquello que pueda ser excusa para indisponer al personal - y las derechas que se erigen siempre, no se sabe muy bien el por qué, en defensores a ultranza de aquellos sea cual sea el asunto en cuestión, por aquello de ratificar su postura conservadora ante quienes les contemplan.
Total, que entre unos y otros, el tema de la religión es de los mas preferidos para la polémica nacional y ¿justificación? para arremeter contra el cura lleve este o no la razón, sea normal y lógico que defienda determinadas creencias y mandamientos de su religión, como ahora se ha vuelto a demostrar con la propuesta de reforma del Aborto, impulsada por el ministro Gallardón que nos ha ofrecido perlas tan expresivas de lo que decimos como las improcedentes declaraciones de una parlamentaria socialista sevillana, que bien haría en moderar su lengua, sobre donde pretende la Iglesia colocar el rosario en el cuerpo de las mujeres o las pintadas obscenas que han aparecido en las fachas de diversos templos de Andalucía...
Y cuando uno contempla esto y escucha determinados exabruptos no puede por menos que acordarse de ese literario Alcalde italiano - Don Peppone - de las historias del cura Don Camillo, de Giovanni Guareschi.
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