viernes, julio 05, 2013

Verano y viento de levante.

Esta provincia nuestra, con tantos atractivos, con tan rica variedad de paisajes, con una costa privilegiada, ha sido y es sin duda uno de los lugares mas demandados para el tiempo de vacaciones, ese en el que el ocio permite recuperar fuerzas, cambiar de costumbres y de escenarios y volver a disfrutar de la vida, cosa tan necesaria como exigible en beneficio no solo de la salud corporal de cada cual sino hasta de la salud mental, tantas veces amenazada por la rutina, el propio trabajo, la situación familiar o el entorno en el que uno se desenvuelva habitualmente...

Por eso el verano, con el disfrute de las vacaciones, es época tan propicia para hacer un alto en la actividad cotidiana y dedicar el tiempo de que se disponga a la práctica del deporte, al disfrute de la naturaleza, al cultivo del espíritu mediante la lectura - esa asignatura pendiente para tantas personas - o visitando esos lugares que nos ha legado la historia y junto a los que muchas veces pasamos sin concederles la importancia que desde luego tienen.

Y esta tierra nuestra, por su extensión de playas, por su inmensa y hermosa sierra, por sus insólitos lugares en los que uno puede solazarse y llenar el espíritu de belleza y emoción, es lugar apatecido por centenares de miles de visitantes para acercarse a ella en estos meses del año, es decir, en verano y recobrar aquí ese impulso vital que luego nos permitirá continuar con el quehacer cotidiano, contando ¡claro está! con el viento de Levante...

Y es que si sopla largo el viento de Poniente o se nos viene encima un temporal de Levante, como el que llevamos padeciendo algunos días, apaga y vámonos que dirán los sufridos visitantes de la provincia, llegados hasta aquí con la ilusión de disfrutar de soleados días de playa en costa tan singular como maravillosa, si n o fuera precisamente por los vientos.

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