Naturalmente lo pintan de color de rosas, lo justifican de mil maneras diferentes, lo explican como si fuera lo mas normal del mundo, pero lo cierto es que lo que acaba de plantearse en la Comunidad Autónoma andaluza con la inminente sustitución del Presidente de nuestra Autonomía por parte de la actual Consejera de Presidencia, no deja de ser un auténtico engaño al conjunto del electorado ya que quién no alcanzó mayoría suficiente para gobernar, en la última convocatoria a las urnas, y necesitó para alcanzar del poder de un pacto con otra fuerza política, igualmente minoritaria, se ha permitido anunciar su renuncia, a mitad de la legislatura y designar a su heredera sin el menor respeto a los electores que, por lo visto, solo sirven aquí para ser convocados mediante mítines propagandísticos en las campañas electorales pero no para decidir en situación tan singular como esta...
Y es que, a pesar del apoyo de los socios para mantener el llamado Pacto de legislatura, con el que tan ricamente se garantizan tres Consejerías y multitud de cargos no respaldados por los votos propios, lo lógico y normal, ante la decisión del señor Griñán de abandonar la presidencia de la Junta, por razones familiares - dixit - habría sido la de disolver la Cámara autonómica y convocar nuevas elecciones para que, precisamente quienes tienen que hacerlo, decidieran sobre al próximo Presidente o Presidenta de la institución autonómica pero al parecer razones de partido frustran, una vez mas, el auténtico sentido de la democracia participativa, esa de la que tanto suelen alardear los actuales socios, que con su silencio y pintorescas justificaciones varias consagran este despropósito.
Total que una vez mas se pone de manifiesto para lo que sirve aquí el electorado a la hora de contar con el para las decisiones auténticamente importantes y de ahí la pregunta que encabeza este comentario, a la que expuesto lo anterior parece que no es necesario tener que contestar...
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