La grosería se califica por si sola, pero a uno no deja de sorprenderle el mutismo que, ante semejante barbaridad dialéctica, han guardado hasta el momento y desde el pasado domingo, cuando se produjo, toda esa numerosa pléyade de feministas de ocasión que a cada paso se hacen notar por nuestra tierra para protestar contra el machismo imperante en nuestra sociedad, para reivindicar los derechos de la mujer - lo que desde luego está muy bien - y para reafirmarse en su rentable militancia feminista...
Pero al parecer, como viene del llamado lider de la CUT, del eterno Alcalde de Marinaleda, del jornalero que justifica los asaltos a supermercados y a fincas del Ministerio de Defensa o de alguno de los que el llama señoritos andaluces - al que tanto le ha reido las gracias su anterior Jefe político, ese que aspira a presentarse para la presidencia de la Junta de Andalucía - es mejor mirar para otro lado, como ya se hizo ante la agresión que sufriera una dependienta de una superficie comercial, creo recordar que en Ecija y minimizar la andanada lanzada contra "la Europa de los Mercados" a la que ha enviado, dialecticamente hablando se entiende, al lugar por donde pudiera venir al mundo en un prostíbulo.
Y es que me parece no solo importante sino necesario luchar contra los arraigados conceptos que en nuestra sociedad postergan a las mujeres hasta el punto de que a un mismo trabajo perciban inferior salario que el varón, para erradicar de una vez la lacra de la violencia de género y para que ellas estén en absoluta igualdad con el hombre, incluso para cambiar tantos hábitos que en el propio lenguaje sitúan a la mujer por detrás, pero ante semejante y reveladora frase del tal Sánchez, que es sin duda demostración evidente de un arcaico machismo, no deja de ser llamativo el silencio de quienes se erigen en defensoras a ultraza de la mujer...
Llamativo, sin duda y revelador también.
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