De un tiempo a esta parte asistimos en España al encumbramiento temporal de algunos personajes que, pasados unos meses, desaparecen literalmente de la faz de la tierra o, al menos, del interés a veces absurdo que suelen despertar en la mayoría de los Medios de comunicación, que son a la postre los que los convierten en noticia, a veces por intereses espúreos, apoyados por la acción de ciertos políticos que tratan de rentabilizar para sus respectivas ideologías a este tipo de falsos líderes, nacidos al amparo de las desgracias de otros o de acciones puntuales originadas por determinados problemas de nuestra sociedad...
Ha pasado con esos llamados jueces estrella que persiguieron un ministerio y que frustrados en sus pretensiones se dedicaron a tratar de ser protagonistas de la noticia y con algunas señoras que llevadas por su desgracia personal quisieron ocupar el lugar de las auténticas víctimas o mas recientemente con una joven de oratoria fácil que subida sobre el drama de las familias que son expulsadas de sus viviendas, por falta de pago, al parecer se ha llegado a creer que puede irrumpir en la vida política de la que sin duda la acabarán echando aquellos que ahora, desde ciertos partidos, la jalean a diario, con el voto cibernético de las llamadas redes sociales, que por el momento - sea dicho de paso - todavía no computa electoralmente.
Son, evidentemente, falsos líderes, gente que acaba confudiendo una buena causa con su propio ego y que parapetados en su verbo fluido, el apoyo de otros muchos que se dejan llevar y a veces tras la razón de lo que dicen defender, terminan convertidos en idolos de papel, de papel de prensa y de sonido e imágen de las emisoras de radio y televisión de nuestro país que en estas figuras han encontrado otro motivo para llamar la atención y seguir entreteniendo al personal...
Ya digo, ídolos de papel.
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