miércoles, junio 05, 2013

Insultos consentidos

De un tiempo a esta parte, generalmente en todas las ediciones digitales de los periódicos, uno puede toparse con comentarios de los lectores que apostillan una determinada información y que de esa manera - se le llama libertad de expresión - aportan su propia opinión sobre el asunto en cuestión aunque no siempre positiva o favorable sobre lo que el rotativo cuenta y en mas ocasiones de las que debieran permitirse en tono de menosprecio e incluso de descalificación para los protagonistas de la noticia o para la información misma, amparados claro está en el anonimato que posibilita esta moderna herramienta cuyo uso ha extendido Internet en todo el mundo...

Y está muy bien, desde luego, que los lectores de un periódico puedan aportar sus ideas, opiniones, elogios o críticas a cualquier asunto ya que eso fortalece la presencia de la sociedad civil en el debate y hace posible la llamada interactividad tan apreciada en estos tiempos por todos los Medios de Comunicación, incluídos los escritos, pero lo que no tiene pase es que se permita por parte de los editores de la prensa que cualquiera, parapetado tras el anonimato de un nombre propio sin mas, de un pseudónimo, de una frase ingeniosa para definirse a si mismo, ataque la honorabilidad y el buen nombre de cualquiera al que no le tenga simpatía, le caiga gordo o le tenga celos o manía por alguna razón y eso por desgracia ocurre cada día y cada vez con mayor reiteración sin que hasta ahora nadie se haya preocupado de cortarlo de raíz.

Y es que menospreciar, insultar, descalificar desde la impunidad del anonimato es desde luego fácil y ahora, desgraciadamente, está al alcance de cualquiera que pueda utilizar internet para hacerlo y colarse de rondón en las páginas digitales de un rotativo en el que, al parecer, nadie se preocupa de controlar estas cosas pero eso no quita para que semejantes comportamientos entren de lleno en la mas lamentable cobardía y en la bajeza moral que de un tiempo a esta parte se ha instalado en la sociedad de nuestro tiempo...

Triste y cierto pero cada día estamos asistiendo a los insultos consentidos en las páginas de los periódicos. Y si no, miren con atención las ediciones digitales de casi todos ellos y verán con lo que se encuentran.

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