Mañana, tras siete largos años de permenecer cerrada, Jerez recuperará por fín una de sus joyas patrimoniales; la iglesia patronal de San Dionisio, tras ser sometida a una profunda labor de restauración y, sobre todo, consolidación de su estructura que presentaba un grave deterioro que hizo temer que pudiera derivarse en una pérdida irreparable...
Y la espera - uno ha tenido la oportunidad esta misma mañana de visitar el templo y contemplar el resultado de la labor de recuperación del mismo - ha merecido sin duda la pena, ya que además de la consolidación de sus esbeltos pilares, donde estaba el principal problema de la fábrica, se ha transformado, con gran acierto, todo el presbiterio, que ha ganado en amplitud y estética, se ha procedido a una limpieza a fondo de sus magníficos retablos - especialmente el Altar Mayor, procedente en su mayor parte de la antigua Iglesia de los Jesuitas - que ahora aparecen relucientes y en los que se pueden apreciar y admirar infinidad de detalles, hasta el momento casi ocultos y en definitiva, se han acometido otras acciones que devuelven a esta Iglesia parroquial, joya de nuestro patrimonio histórico-artístico, todo su esplendor.
Por eso, la de mañana, es jornada de júbilo y por eso, para testimoniarlo, el Te Deum con que se reinician las actividades propias de la Iglesia, a la que esta misma noche está regresando la histórica Hermandad del Mayor Dolor, que en ella tiene su sede canónica, que ya, sin solución de continuidad comenzarán la próxima semana.
Puede Jerez, por tanto ufanarse de esta feliz recuperación en la que el Ayuntamiento ha jugado un importante papel, junto al propio Obispado de la diócesisis Asidonense-Jerezana.
Esperemos que tras este logro, le toque por fín el turno a Santiago, otra de nuestras joyas patrimoniales, por el momento "cerrada por obras".
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