jueves, febrero 11, 2010

La cara de la Ciudad.

Llegada esta época, en todas partes pero especialmente en nuestra tierra, suelen acometerse diversas tareas de ornato y embellecimiento pensando en la proximidad de las principales fiestas que conforman el calendario lúdico anual, para que nuestros visitantes puedan admirar, en todo su esplendor, el empaque y la belleza de la población, disfrutando de su trazado urbano, de sus patrimonio monumental y artístico, de la nobleza de muchos de los edificios que componen su caserío, de sus parques y jardines..., en suma, de todo cuanto conforma lo que podríamos denominar la cara de la ciudad.
Y este año, aunque con el obligado retraso por las inclemencias climatológicas, tampoco será excepción esta tarea de repasar la señalización horizontal para el tráfico, el remozamiento de los jardines públicos, la instalación de palcos y de casetas, para la llamada "carrera oficial", en Semana Santa y desde luego, en el Parque González Hontoria, para nuestra mundialmente famosa Feria del Caballo, el llamamiento a los propietarios de edificios y solares para el conveniente adecentamiento de los mismos y un interminable etcétera cuya enumeración omitimos en aras a la brevedad obligada del blog.
Claro que con respecto a este último punto, de un tiempo a esta parte venimos detectando una cierta dejadez en la exigencia del cumplimiento de las normas de adecentamiento de fachadas y solares, bando que puntualmente suele hacerse público cada año, ya que en algunos puntos de nuestra población y muchos de ellos en pleno centro existen solares cuyo estado de abandono es ciertamente notable y que de no ser debidamente cerrados, antes de que lleguen los días claves de estas fiestas, ofrecerán a propios y extraños una imágen verdaderamente lamentable.
Y como dicen que para muestra basta un botón, pasen ustedes por la calle Eguiluz y comprueben el aspecto que ofrece el solar donde antiguamente estuvo ubicado el Obispado de Jerez, que fuera enajenado para la construcción de un edificio al que, por lo que se ve, le afectó de pleno la llamada crísis del ladrillo.
Claro que eso no debe servir de excusa para que por parte de los responsables municipales se obligue a sus actuales propietarios a colocarle un cerramiento adecuado y no el que tiene...
¿Verdad?

No hay comentarios: