Que hemos perdido el norte, (se podría decir tambien la cabeza), parace cada día más claro y evidente. Como muestra, lo que está sucediendo en el mundo de las empresas españolas, con un Presidente de su organización patronal, una de cuyas compañías ha tenido que presentar suspensión de pagos y ha dejado tirados en los aeropuertos a cientos de viajeros o lo que hacen (mejor sería decir, no hacen ) los Sindicatos, que ante casi cuatro millones de parados no dicen ni mú, posiblemente para no poner en peligro las regalías de que disfrutan...
Y es que si los empresarios están presididos por uno de ellos cuya compañía ha tenido que cerrar y a pesar de ello se mantiene incólume en su cargo y los sindicatos que se supone existen para la defensa de los trabajadores no dicen nada de la tremenda tasa de paro que España sufre en estos momentos, como van a pedir después al conjunto de los ciudadanos colaboración para salir de la actual crísis.
Esta es la cruda realidad de nuestro país en el que quienes más llamados están a dar ejemplo ofrecen semejante testimonio y encima se atreven a pontificar sobre lo divino y lo humano, a sugerir comportamientos a los demás, mientras ellos miran para otro lado cuando deberían salir corriendo a toda prisa de los cargos y funciones que dicen desempeñar en beneficio de todos...
Pero nada, aquí nunca ( o casi nunca) pasa nada y toleramos que a los empresarios los presida uno de ellos que ha tenido que cerrar el negocio y que los dirigentes de las organizaciones sindicales ante una continuada destrucción del empleo, ante una gravísima crísis económica utilicen esta como excusa para no clamar en alta voz y con acciones contundentes contra los responsables de que España esté rozando los cuatro millones de parados.
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