miércoles, enero 06, 2010

Bendita algarabía...

Sin duda, el día de los niños y de los niños de todas las edades este 6 de enero al que precede el espectáculo que, durante el año, congrega a más público en calles y plazas de la ciudad: niños, padres, abuelos, tíos, amigos y cuantos otros parentezcos quieran ustedes añadir para completar esa interminable relación de personas que se arraciman en las aceras para contemplar el paso de la Cabalgata, que gesticulan a los Magos y sus séquitos, creyéndose el centro del universo, para que el Rey - Melchor, Gaspar o Baltasar - les lance desde su trono un simple caramelo...
Risas, sonrisas, incluso algún "susto" infantil ante lo desconocido, música, bailes, vítores, rutilantes cortejos de chambelanes, pajes, camellos, carrozas, y un sinfín de objetos y sensaciones que convierten a la ciudad, en esa tránsito de lo esperado a lo concreto, en un mundo de alegría, de fantasía, de buenos propósitos, de amables palabras, de presentidos encuentros con lo soñado, en medio de una estruendosa algarabía, manifestación sin duda de la felicidad efímera pero que nos llega cada año en el epílogo del tiempo de Navidad.
Y tras una noche de nervioso sueño, anticipado a la hora habitual por miedo a que los Reyes Magos pasen de largo, la luminosa mañana en la que la alegría se derborda en exclamaciones incontenibles de sorpresa y de confirmación ante los paquetes cuya envoltura se abre a toda prisa, atropelladamente, para ver cuanto antes la confirmación de que aquellos que adoraron al Niño Dios en el Portal de Belén han leído atentamente la carta que se les envío en su día y han atendido todas las peticiones, auque estas fueran muchas...
Risas, sonrisas, gritos de júbilo, sorpresa en la mirada...bendita algarabía la que se vive junto al "Nacimiento" o junto al árbol - símbolo cristiano y no pagano como algunos piensan - en la feliz mañana de cada 6 de enero...
Que nos dure siempre como tambien nos dure la inocencia infantil.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Andrés: Que "parentezco" más extraño le ha salido. El mejor escribidor también borronea alguna vez.

Andrés L. Cañadas dijo...

Lleva usted razón, amigo anónimo comunicante. Demasiado reforzados los "lazos familiares" con la "z" que se ha colado en la palabra. Asumo el error y me coloco - de forma virtual desde luego - unas grandes orejas de asno, bien merecidas por cierto...