Malestar de las Academias andaluzas...

En Benalup de Sidonia, la antigua Casa Viejas, ha iniciado sus actividades para el Curso 2006 - 2007 el Instituto de Academias de Andalucía en el que se agrupan todas las Academias y Reales Academias que actualmente existen, repartidas por las ocho provincia de nuestra Comunidad Autónoma y cuya actividad esencial es la de promover el estudio y la difusión de las Ciencias, las Artes y las Letras, celebrando un solemne acto de apertura así como un Pleno de la mencionada Institución.

Con tal motivo, en los "pasillos" de este encuentro y convivencia de los Académicos asistentes se han podido escuchar voces bastante críticas con la situación que viven las Corporaciones Académicas andaluzas, con los proyectos legislativos de la Junta de Andalucía, referidos al propio Instituto de Academias, al que prácticamente no se le ha dado tiempo para poder aportar sus observaciones a la Ley que se pretende aprobar y a las Academias, con el escaso apoyo económico de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, organismo del que actualmente dependen, a la actividad de las mismas, que viene arrastrando desde hace años cuando todavía estaban adscritas a la Consejería de Educación, con los criterios seguidos hasta el momento en la distribución del poco dinero que reciben, que no se sabe muy bien por qué no se corresponde con lo que cada una de ellas hace, a lo largo del año, con la largueza con la que se dota económicamente al Instituto de Academias de Andalucía mientras se niegan "el pan y la sal" a las Corporaciones cuya existencia es la que da sentido al mismo, o con la generosidad con que se acoge su nacimiento y se sustenta después a alguna Entidad de "nuevo cuño", ubicada en una provincia de carecía hasta entonces de este tipo de instituciones y que de facto ha traslado su actividad y su sede a Sevilla y en la que destaca la presencia de políticos, sindicalistas, líderes empresariales o directivos financieros...

Incluso se ha llegado a comentar, al menos por parte de las Academias que ostentan el título de Real, la posibilidad de solicitar el amparo de la Corona si los derroteros legislativos promovidos por la Junta de Andalucía y la falta de ayudas ponen a las Academias andaluzas en trance de perder la independencia que hasta ahora las ha caracterizado.

Es decir, un evidente malestar basado en problemas constatables, en el mundo de la cultura andaluza, representado por las Academias y Reales Academias de nuestra tierra, que tienen por misión el estudio, la defensa y el fomento de las Ciencias, las Artes y las Letras.