lunes, noviembre 13, 2006

La venta de la burra.


Esa ha sido la técnica más utilizada en los tratos de los Mercados ganaderos que fueron el origen de las actuales Ferias que se suceden por la geografía de nuestra tierra y de las que de bien ganado renombre y merecida fama es preciso citar la Feria de Abril, de Sevilla, la Feria del Caballo, de Jerez, las Fiestas Colombinas, de Huelva o la Feria de Málaga, con su versión de "Feria del centro" y Feria nocturna, por aquello de "las calores" del mes de Agosto, por citar tan solo las más conocidas...

Un famélico asno, bien preparado para que el posible comprador no notara sus muchos defectos, del que se hacía un auténtico panegírico que contribuyera a decidir su adquisición y sobre cuya escena se han recreado numerosas estampas costumbristas, no pocos relatos y hasta algún que otro chiste, como aquel que cuenta que un testigo de una de estas escenas de venta le decía al vendedor: "como siga hablando de sus limitaciones, no vende usted la burra..."

Pero esta singular técnica de venta no se ha extinguido con el paso de tiempo y el cambio de las costumbres. Por el contrario es la que en la actualidad, merced a la proliferación de Medios Informativos y a la agria competencia de los mismos por ofrecer una primicia y desde luego a la "venta de humo" utilizada por la mayoría de los cargos públicos, es decir de los políticos, recibimos los ciudadanos, contribuyentes por cierto, cada día a través de las páginas de los periódicos, de las emisoras de radio o los canales de televisión.

Y es que ahora no les basta - ni a unos ni a otros, es decir políticos e informadores - con anunciar que se va, por ejemplo, a construir una carretera y cuando la misma esté concluída volverlo a comentar para que todos nos enteremos. ¡Que va! Se anuncia el propósito de hacer dicha vía de comunicación, la licitación de la obra, la adjudicación de la misma, la colocación de la primera piedra, la importante visita del político de turno para ver el estado de las obras, la modificación parcial del proyecto inicial, la culminación del primer kilómetro y del segundo y... para contar a toda página, todo micrófono y toda pantalla que, por fín, con un pequeño retraso de varios años y un día la citada carretera ha sido terminada.

Lo malo que en esta política de comunicación bastante fraudulenta por cierto, no solo toman parte aquellos que desean perpetuarse en los cargos, ya que no hay ley que se lo impida, por el momento,sino que tambien se hacen cómplices de la misma muchos de los informadores que compiten afanosamente en contar cuando menos mucho más que sus compañeros de oficio, cayendo de esta forma en la trampa que les tienden. Y la mayoría desde esas rutilantes cabeceras que afirman ufanas, "Periódico independiente", lo que también puede aplicarse a los medios audiovisuales.

Ya digo, la venta de la burra...



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