martes, noviembre 07, 2006

El fraude de la aritmética Parlamentaria.


Ya hemos comentado, en anterior post ,que una democracia auténtica debiera caracterizarse, entre otras cosas, por mandatos limitados en el tiempo, listas abiertas, segundas vueltas y obligatoriedad de anuncio previo a las elecciones de posibles Pactos post-electorales, legítimos desde luego desde un estricto principio democrático, pero absolutamente reprobables cuando se hacen de espalda a lo que el electorado ha consagrado en las urnas, como es el caso - vuelta a las andadas - de lo acontecido en Cataluña con la reedición del Tripartito.

Y es que la suma de escaños de varios Partidos, evidentemente puede dar y de hecho así viene ocurriendo en multitud de casos, la mayoría suficiente para gobernar, pero debería ser considerado ilegítimo tal procedimiento cuando con ello se escamotea la mayoríoa de votos y escaños alcanzada en buena lid en las urnas, convirtiendo con ello en irrelevante el papel de los ciudadanos cuya voluntad mayoritaria se adultera claramente.

Por eso por delante de la urgencia de nuevos Estatutos, que a tanto político de izquierda y derecha le ha entrado, por delante de la reforma de la Constitución, que desde luego hay que revisar en determinados aspectos para actualizarla y adecuarla a la realidad del país, sería no solo conveniente sino necesario proceder a la reforma de la Ley Electoral, consagrando principios como la segunda vuelta, las listas abiertas, las "primarias" en los Partidos y la imposibilidad de pactos que no hayan sido dados a conocer a los ciudadanos, previamente a la celebración de elecciones.

Y es que para el melón del Tripartido de Cataluña, no hacen falta alforjas, como dice el refrán.

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