Casi cuando escribo este comentario, todos los Partidos que concurren a las elecciones autonómicas y municipales convocadas para el próximo domingo en España, se aprestan a celebrar el llamado acto final de campaña, mitin de cierre o como ustedes gusten mejor denominar para tratar de incentivar a los últimos indecisos, cosa que uno duda muy seriamente ya que quienes no tengan claro, a estas alturas, el sentido de su voto serán sin duda esos ciudadanos que no suelen participar en los comicios, sean estos para lo que sean, o aquellos otros - que también existen - que defraudados por la deriva de nuestra Democracia no tienen el menor interés en acudir a las urnas...
Desde hace meses, bombardeados por interesadas encuestas promovidas por las propias fuerzas políticas o por Medios Informativos, algunos de los cuales tienen un no confesado interés en inclinar la decisión del votante hacia determinado lado del espectro, el ciudadano de a pié se ha visto auténticamente asaltado a la búsqueda de su apoyo a alguna de las opciones políticas que concurren a los comicios y al llegar a este día tiene ya muy claro el sentido de su voto, a que Partido votará, que políticos le merecen algo de confianza y su personal idea de como le gustaría que se gobernara en los años venideros, por lo que estos actos finales tienen mas bien un sentido de auto afirmación de triunfo, un decir a los correligionarios: ¡vamos a ganar¡, aunque la verdad sea dicha la procesión vaya por dentro de todos y cada uno de los candidatos.
Y es que las encuestas, que muchas veces han errado pero que también han acertado, no dejan de ser sondeos previos; es decir la foto fija de un estado de opinión en un momento concreto de la vida del país, de la autonomía o de la ciudad; ya que en las elecciones autonómicas y locales - mucho mas en estas últimas - la persona, la trayectoria y la gestión del candidato desempeña sin duda un papel muy importante a la hora de inclinar la balanza de los electores, por encima de las siglas del Partido al que aquellos pertenezcan, que desde luego también algo contará si en su ejecutoria nacional, en su gestión de gobierno y en su programa, del que muchos hablan pero por el que pocos de verdad se interesan, el balance resulta positivo...
Vamos, que lo mismo que el llamado Día de reflexión solo sirve, en los últimos años, para que antisistemas se dediquen a tratar de manipular a los votantes con mensajes, protestas y algaradas, estos Cierres de Campaña de los Partidos no dejan de ser la traca final de unos prolongado, costosos y bastante inútiles fuegos artificiales para que el Candidato/a tenga su minuto de gloria después de patearse la calle, repartir besos y abrazos a cuantos se encuentra y prometer cuanto sea necesario para incumplirlo, en la mayoría de las ocasiones, si finalmente llega al poder y es que ya hoy quién no esté a su favor no lo estará tampoco el domingo.
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