Como afluentes de un gran río, por las cuatro esquinas de nuestra tierra andaluza, e incluso en algunos contados casos de distantes latitudes lejanas, en esta semana se han puesto en marcha miles de voluntades devotas de una advocación mariana que siendo de un pequeño rincón de la provincia de Huelva ha llegado a convertirse en una de las manifestaciones mas singular y multitudinaria que actualmente existen y a cuya sola mención se suscita en lo mas profundo de muchos corazones creyentes todo un universo de emociones, lágrimas, plegarias, promesas, ofrendas y generosa solidaridad pues en pocos acontecimientos puede uno encontrarse con esa espontánea actitud de compartir con los demás lo poco o mucho que se tenga como ocurre en la almonteña aldea situada al borde mismo del inmenso paraje de Doñana...
Y es que en esta semana el Rocío, la Virgen y su Romería lo acaparan todo como cada año sucede por el mes de mayo cuando un centenar largo de Hermandades; algunas de apenas antes de ayer y otras - las menos - largamente centenarias se ponen en camino para ir a postrarse ante la que es llamada Reina de las Marismas, Blanca Paloma, Pastora Almonteña y sobre todo Madre de Dios que en torno a Sí ha tejido todo un inabarcable universo de fervor que se ha ido propagando no solo por estas tierras del Sur de España sino que se ha proyectado al resto de nuestro país y a otros muchos puntos del mundo...
Escribo del Rocío. Escribo, naturalmente, para quienes se sienten y consideran seguidores de esta que es ya una devoción de carácter universal, equiparable por supuesto con cualquier otra que se quiera sacar a colación cuando de establecer comparaciones - siempre sin duda, odiosas - se trate y hablo de una Virgen, mirada baja, el Niño entre sus manos en oferente actitud hacia quienes a Ella se acercan , que nos aguarda en su blanco y andaluz Santuario - la Ermita siempre para el rociero - para recibir el testimonio y el tributo de nuestra plegaria, dicha mas que con la mirada que con palabras...
Por ella, desde los cuatro puntos cardinales de nuestra tierra, como afluentes de ese gran río de fervor que la Virgen del Rocío representa, se han puesto en camino esta semana un centenar largo de afluentes que manan desde miles de corazones en tantos pueblos y ciudades de Andalucía, para renovarle un año mas la devoción que en cada uno de ellos se le profesa...
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