Si acaso el Tribunal Supremo no hubiera decidido llamar a declarar como imputados a los ex presidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán así como a los ex Consejeros Gaspar Zarrias, Mar Moreno y José Antonio Viera por la trama de los ERE, habría que concluir que la instrucción de la Jueza Alaya, tan dilatada en el tiempo como profusa en sus numerosas ramificaciones, había resultado una absoluta pérdida de tiempo en el intento de aclarar la realidad de un caso que se ha convertido en paradigma de la búsqueda por parte de la Justicia de los responsables de la irregular utilización del dinero público bajo la fórmula de expedientes de regulación de empleo en numerosas empresas andaluzas, extensiva después a la financiación de los Cursos de Formación muchos de los cuales se otorgaron precisamente como intento de volver a colocar nuevamente a trabajadores afectados por dichos expedientes...
Todo un gran lío por el que altos dirigentes de la Junta de Andalucía han sido llamados a prestar declaración - solo a eso, de momento - en calidad de imputados, lo cual y aunque muchos se apresuren a señalarles con su dedo acusador no supone para nada que finalmente la Justicia vea en ellos delito alguno, aunque otra cosa sería hablar de la responsabilidad política que sin duda les incumbe ya que todo ese embrollo de los ERE tuvo lugar esencialmente mientras los mencionados ejercían sus funciones.
Lógicamente, para evitar injerencias en la próxima consulta electoral, el Supremo ha citado a todos ellos para el mes de abril, por lo que su comparecencia y sus declaraciones tendrán lugar entre las elecciones para el Parlamento andaluz, del que saldrá el próximo Gobierno autonómico, y las municipales, consultas ambas que podrían haber quedado influenciadas por lo que suceda en dichas citaciones así es que habrá que esperar a entonces para conocer lo que finalmente sucede con esta perseverante investigación de la señora Alaya que es el tema estrella de nuestra tierra, desde hace años...
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