viernes, febrero 15, 2013

Ruedas de prensa ¿sin preguntas?

Aunque llevan ya algún tiempo ocurriendo, lo cierto es que la última moda de muchos políticos, altos directivos de emprensa, entrenadores de equipos de fútbol o directivos de estos últimos es la de convocar a los Medios de Comunicación, cuando se les antoja o les viene en gana, despacharles su rollo y marcharse por donde han venido, sin aceptar que se les pregunte y mucho menos contestar a lo que los informadores que les salen al paso desean conocer de sus convocantes y estos se niegan a responder, en un ejercicio de claro desprecio a estos profesionales, a los diversos medios que representan y por supuesto al conjunto de la sociedad...

Es la moda, ya digo, de los últimos tiempos que ha provocado no pocos enfrentamientos entre profesionales de la información y quienes así se comportan, desde Presidentes de Gobierno a Ministros, pasando por Alcaldes y concejales o famosos del deporte, la banca, la empresa o el espectáculo que pretenden utilizar en su provecho la difusión de los medios para que sus declaraciones alcancen el mayor eco posible pero que evitan, a veces hasta con mal talante, responder a lo que verdaderamente interesa conocer a los ciudadanos, precisamente a través de las cuestiones que los periodistas tienen a bien plantearles que son, evidente y normalmente las que se formula la opinión pública.

Y ante este gesto de falta de transparencia, ante semejante intento de ocultación, lo que cabe es que los Medios - todos ellos y sin excepción - se nieguen a comparecer en un remedo de convocatoria informativa que solo les utiliza como altavoces pero nunca les otorga el papel de testigos y notarios de la actualidad que les confiere su propia profesión...

Y en esto ni vale la publicidad institucional que el Medio reciba, por ejemplo, de los organismos públicos o la publicidad comercial que le contraten las empresas pues por encima de ese interés publicitario está sin duda la dignidad profesional. Así es que acabemos con esta farsa y denunciemos tajantemente a quienes se prestan a semejante y burda manipulación.

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