Que Internet ha representado para la humanidad un avance considerable en muchos aspectos es algo que practicamente nadie duda hoy en día, aunque existen detractores que en la llamada Red de redes ven no pocos peligros y así ha sido denunciado en numerosas ocasiones por todo el mundo, destacando de entre ellos el aislamiento de muchas personas con respecto a su propia familia o a su entorno mas inmediato, la divulgación de aspectos de la vida privada, algo muy dado entre los jovenes o la utilización de las facilidades de comunicación que estas nuevas tecnologías posibilitan para enviar mensajes o lanzar determinadas convocatorias de carácter político o social, muchas veces con un marcado sesgo ideológico...
Pero además, desde que en los Medios de Comunicación se ha implantado la posibilidad de que lectores u oyentes puedan interactuar con los contenidos de los mismos, se ha puesto de moda el que se utilice esta vía para atacar o vejar impunemente a quién el comunicante considere oportuno, sea el Jefe del Estado, sea un empresario, un artista o un dirigente sindical, lo que es facilmente comprobable tan solo con pinchar en la palabra comentario en la que uno se puede encontrar lamentablemente de todo en aras a una mal entendida libertad de expresión por la que los responsables de todos los Medios deberían procurar hacer algo mas, pero por lo visto priva en ellos el miedo a ser acusados de censurar lo que de forma anónima reciben y que tantas veces es auténticamente insultante y soez.
Por eso no vale invocar las ventajas de la Red y su contribución al progreso de la sociedad, que sin duda las tiene, y habría que avanzar mas en la protección del derecho al honor de las personas, a la defensa de su privacidad, fomentando las buenas formas de quienes se deciden a manifestar sus opiniones, críticas y sugerencias y eliminando, antes de que queden reflejados en las páginas de un periódico digital, todas aquellas expresiones vulgares, inadecuadas y mal sonantes con las que por desgracia uno se encuentra cada día y que impunemente muchos se dedican a publicar...
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