Según la señora Consejera de Educación, de la Junta de Andalucía, cuya opinión no coincide precisamente con la del Portavoz del Ejecutivo de su Partido afortunadamente, eso de pegarle dos tiros a una fotografía del Ministro de Educación del Gobierno de España no tiene mayor importancia ya que al encontrarse la fotocopia con la cara del señor Wert en una Sala de Profesores de un Instituto de Alcalá de Guadaira no puede considerarse el asunto como apología del terrorismo ya que dicha dependencia no es un espacio del alumnado, aunque nada nos dice la señora Moreno sobre la negativa influencia que sobre estos - los alumnos - pueden ejercer quienes teniendo la misión de educarles se dedican a disparar metafóricamente desde luego sobre el retrato de cualquier persona, aunque esta en el caso que nos ocupa sea el simpático titular de la Cartera de Educación...
Y menos mal que el mencionado Portavoz del Gobierno de Griñán ha tenido la decencia de calificar el hecho como algo absolutamente inadecuado que no se puede tratar de justificar desde la libertad de expresión, aunque ello ni disculpa lo que ha pasado en un centro docente de la Junta de Andalucía ni por supuesto disminuye la gravedad de esta muestra de violencia cometida en un lugar en el se debería inculcar a quienes al mismo acuden a formarse los conceptos de justicia, de tolerancia y de paz.
Después, claro está, en otro lugar de Andalucía - concretamente en Barbate - un alumno le prende fuego con un mechero al pelo de una profesora y todos - uno supone que la señora Consejera de Educación también - nos llevaremos las manos a la cabeza y pediremos para este cafre el mas duro de los correctivos, ¿o no?.
Y es que matar a tiros virtuales una fotografía puede traer - y de hecho trae - todas estas lamentables consecuencias.
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