No es nada habitual en nuestro país, tal vez por el permanente enconamiento entre las fuerzas políticas habituales al que también se suman los llamados emergentes, que aquellos partidos políticos que llegan al poder en las instituciones locales, autonómicas o al gobierno de la Nación, suelen rechazar de pleno todos los proyectos e iniciativas que hayan programado quienes estuvieron antes naturalmente si se trataba de rivales ideológicos aunque también se han dado casos de que semejante actitud se haya mantenido si fueron los propios quienes dejaron sobre la mesa asuntos pendientes...
Es decir, que en esto de la política, a cualquier nivel parece que se cumple esa máxima popular de al enemigo, ni agua y por tanto hay que olvidar cualquier proyecto que hayan podido confeccionar los miembros del equipo que gobernara en la legislatura precedente ya que quienes llegan parecen entender que lo de las herencias desmerece el prestigio y capacidad de los nuevos, lo cual además de carecer de base es lamentablemente una pérdida de esfuerzos, de tiempo y de dinero.
Pero eso es lo que tenemos y de lo que nos dan palpable prueba en cada renovación de cargos quienes son elegidos por los votantes en cada ocasión y lo que una vez mas acabamos de comprobar al menos en Jerez, donde por razones no muy bien explicadas y desde luego poco convincentes hemos estado a punto de poner término a los interesantes proyectos sobre el mundo del motor que había ideado el equipo municipal de gobierno anterior o para colmo parece que también hay que cambiar la iluminación de la Feria del Caballo, hasta ahora reconocida como un extraordinario acierto de nuestra fiesta...
Pero eso es lo que tenemos...y lo que hay. Lamentable.
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