Si después se cumpliera todo lo que escucharemos prometer durante la campaña de las próximas elecciones, en este caso autonómicas, seguro que Andalucía y los andaluces saldríamos ganando pero mucho me temo, dada la experiencia de comicios anteriores, que la mayoría de los propósitos - que no digo yo que no sean bienintencionados - se quedarán simplemente en eso, en promesas que van al aire y que el viento se lleva...
Y es que aprovechar estas ocasiones para anunciar todo lo que se debía haber hecho ya y nunca se ha acometido, es lo habitual de las pre campañas y de las campañas electorales, tanto para los partidos de izquierda como los de derechas y bastaría recordar la retahila de proyectos, propuestas, iniciativas e ideas que a lo largo de los años se ha ido acumulando en los anuncios de todas las fuerzas políticas para sacar los colores a todas ellas por tratar de embaucar a los posibles votantes con promesas que nunca saldrán adelante pues hacerlo finalmente se ha convertido en algo tan habitual como lo es el incumplimiento de la mayoría de las cosas que se anuncian a los cuatro vientos como tapadera de lo que debieran ser los llamados programas electorales.
Pero aunque no debería ser así es lo que aquí se ha convertido en lo habitual incluso para las nuevas formaciones políticas que de tanto criticar a las tradicionales parece que se han contagiado también del proceder de las mismas por el cúmulo de ofertas que están ofreciendo para captar posibles votantes que, por si acaso, debieran mirar con mucha atención lo que les prometen no vaya a ser que estén ofreciéndoles algo que finalmente sea imposible de cumplir o se trate simplemente de un engaño...
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