martes, marzo 27, 2007

Manolo Ramírez, Costalero del cura Leonardo

No se si por tu particular y periodística afición a los toros, por tu vinculación con Constantina, el pueblo que te viera nacer, si por tu sevillanía probada o por ser tan "buena gente", amigo Manolo, tenías que "conectar" - ¿te suena este vocablo de tus tiempos de la Radio? - con el cura Leonardo Castillo, ese sacerdote benemérito que se afanaba en las Peregrinaciones de Lourdes, para que tantas personas, tantas familias, encontraran consuelo en su dolorosa soledad y desde luego a ninguno de los que te tratamos y conocimos nos extrañó que fueras tu, precisamente, quién le sucedieras en la hermosa obra de los "Costaleros de Cristo vivo" que el puso en marcha con entrega, ilusión y alegría...
Tenías que ser tu, Manolo Ramírez, curtido en el ejercicio del periodismo en diversos medios sevillanos, pero especialmente en ABC - tu casa, a pesar de todo - quién asumiera el legado de Leonardo y quién, sorpresivamente, un día decidieras, mientras hablabas de tu Sevilla, de sus toreros, de sus devociones y tradiciones tomar la "Puerta del Prícipe", que tantas veces supiste ganar con tus artículos y sobre todo con tu hombría de bien, para irte a buscar al Cura Festivales por si se le estaba ocurriendo montar un festejo, con permiso de San Pedro, para recaudar fondos para alguna causa necesitada, "así en la tierra como en el cielo"...
Me llegó la noticia de tu repentino fallecimiento, a través de mi mujer, - mi especial recuerdo aquí para la tuya - cuando ultimaba la presentación del Pregón de la Semana Santa de Jerez, que este año ha dado mi hijo, cuya presentación tenía a mi cargo y te puedo asegurar que todavía no he acabado de asumir tu definitiva desaparición ya que si bien pasaban semanas y meses sin que nos encontráramos, cada vez que tenía la oportunidad de estrechar tu mano, compañero, me invadía la certeza de que contaba con la amistad de un hombre cabal y sincero que trataba a los demás con la hidalguía que siempre le caracterizó.
Añorándote, aquí nos quedamos. Recordando encuentros en mil lugares de Sevilla y especialmente en el tendido Cinco de la Real Maestranza, junto a tu compañero y amigo Carlos del Barco, admirando las verónicas de Curro, el maestro, al que no es necesario añadir apellidos. Como el dibujara el arte bajo el cielo de nuestra Ciudad, con tu ejemplo y tu actitud en la vida, has dejado escrito, amigo Manolo, el mejor artículo que pueda soñar un Periodista.

Descansa en Paz.

1 comentario:

YSMPeeMK dijo...

Hola!! Estaba buscando enlaces que hablaran de Costaleros para poner en un blog que acabe de hacer para subir fotos y me encuentro con esto...La verdad es que me ha gustado mucho haber encontrado su blog y haber visto que había escrito sobre mi padre, aunque ya hace algún tiempo, qué pena haberlo encontrado ahora...Así que, como nunca es tarde si la dicha es buena, me gustaría darle las gracias por sus palabras ;)