Aquella antigua costumbre de la broma bien intencionada se ha ido perdiendo con el paso de los años, por los cambios de costumbre, por la transformación de la mentalidad de la sociedad, por la rutina o vaya usted a saber, convirtiendo esta jornada en una mas de las que nos toca vivir a lo largo del año, aunque algunos se empeñen en demostrar su originalidad informando en portada que el AVE llegará a Jerez o que el portero Casillas se marchará del Madrid, por citar ciertos ejemplos que hoy se han podido leer en ciertas publicaciones...
Aquello del monigote en la espalda, tan habitual antaño, aquello del empleo de algún artículo de los que se vendían para gastar bromas, ha pasado a la galería de los recuerdos de esta festividad de los Santos Inocentes en la que la peor broma - y de muy mal gusto, por cierto - es la demora en el cobro de salarios en gran parte de los Ayuntamientos españoles, la ruina de tantos pequeños comercios o de grandes empresas cuyos sólidos cimientos se han desmoronado como por arte de magia, en los últimos años y no digamos nada de las penurias que han soportado y sobrellevan como pueden centenares de autónomos, tratando de cobrar el producto de su trabajo sin éxito.
Total, que el día quedó en un grato recuerdo de quienes ya peinan muchas canas, tal vez porque el personal no está para muchas bromas...
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