Es lo que suele suceder cuando uno se empecina en ir contra corriente, en hacer posible lo imposible, que además como asevera la sabiduría popular, no puede ser y eso es lo que, finalmente, ha tenido que aceptar quién durante casi cinco lustros estuvo al frente de la ciudad de Jerez, como su Alcalde, y quién en la última legislatura, contra viento y marea, tozudamente, pactó hasta con el diablo con tal de seguir en el machito, sin querer admitir que le había llegado la hora de la retirada digna y que las alianzas contra natura inevitablemente terminan pasando la dura factura de la pérdida de votos y escaños...
Eso es lo que ha sucedido con Pedro Pacheco, "el enorme" quién este mismo mediodía ha comparecido ante los medios de comunicación para anunciar, con la lectura de un escueto comunicado, su renuncia al acta de concejal que había obtenido, junto a otras tres más, el pasado 27 de mayo bajo las siglas del PSA, partido que hasta ahora lidera y cuyo futuro se presenta, tras su marcha del Ayuntamiento, verdaderamente incierto.
Desde luego, con esta decisión, Pacheco ha hecho lo que debió hacer varios años atrás, lo que venía pidiendo buena parte de la ciudadanía jerezana y lo que ni aceptó ni intuyó, instalado en una tozuda prepotancia que le llevaría, cada vez más, a alejarse de la realidad de su pueblo y a no escuchar a quienes, por afecto y reconocimiento de su tarea, trataban lealmente de hacerle ver.
Por eso se ha llegado a esta situación de una triste despedida de quién, sin duda alguna y a pesar de numerosos errores, algunos de bulto, ha sido un gran Alcalde de Jerez, durante el último cuarto de siglo, cuya huella está presente en cada rincón de nuestro pueblo.
Bastaría enumerar solo parte de lo llevado a cabo por el Alcalde Pedro Pacheco en la Ciudad; Estadio Chapín, Teatro Villamarta, Recuperación del antiguo Consistorio, Peatonalización de buena parte del Centro, Parque Empresarial, Polígonos Industriales varios, Ciudad del Transporte, Elevación del ferrocarril a su paso por Jerez, Aparcamientos subterráneos, potenciación de la Feria y de su recinto, obras de canalización de aguas pluviales, muy costosas y poco vistosas, que han evitado las endémicas inundaciones de buena parte del casco urbano, reforma del Parque del Retiro, nuevo Jardín Escénico, apertura de nuevas avenidas tales como la prolongación de la dedicada a Álvaro Domecq o la denominada Ronda del Colesterol, Pabellón Tierras del Jerez en la Expo del 92, el Circuito de Velocidad, el Campus Universitario, el Mundial Ecuestre de 2002 y una innumerable relación de actuaciones en barrios emblemáticos, en barriadas, de equipamientos culturales, sociales, juveniles, deportivos, etc.que representan un balance ciertamente brillante de su paso por el Consistorio.
Claro que como la memoria es flaca y la ingratitud mucha, esta es la hora de la salida por la puerta de atrás, jaleada por no pocos que hasta antes de ayer daban a nuestro personaje palmadas en la espalda y le prodigaban sonrisas aduladoras, aunque como dicen - y es cierto - que el paso del tiempo da y quita razones, el autor de este post que reitera aquí su amistad por Pedro Pacheco, está seguro que la historia le hará justicia y lo pondrá en el sitio que merece una gestión, eso sí, salpicada de errores - ¿quién está libre de cometerlos? -, pero que ha hecho posible la profunda transformación de Jerez para pasar del pueblo andaluz que era grande y bonito a la gran Ciudad que hoy día es.