Acaba de tomar posesión el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía, segundo ejecutivo presidido por José Antonio Griñán, y enseguida - tal vez por que quedan dos años para la próxima convocatoria electoral - la oposición ha emplazado sus cañones y ha comenzado a disparar y no precisamente salvas contra los nuevos consejeros, los que permanecen y naturalmente contra quién los dirige, tratando de desacreditar la operación - que ha sido calificada de maquillaje - realizada por el Presidente de nuestra Autonomía...
Es decir, ni un minuto de respeto que para eso las encuestas hablan de cambio de tendencia y cuanto se haga para confirmarlo no solo es oportuno sino necesario.
Claro que tal vez lo más sorprendente sea la actitud del propio promotor de este relevo en la Junta, es decir, del Presidente Griñán, que ha instado a sus Consejeros, los que siguen y los que llegan, a toda la administración autonómica en pleno y desde luego a su Partido para que sin tregua alguna todos se pongan a remar a favor de corriente para transmitir a la sociedad andaluza la sensación de que realmente nuestra tierra está con el PSOE en buenas manos y que con su nuevo Gobierno se afrontará mucho mejor el reto de superar la crísis económica que actualmente padecemos...
Total, que unos por una razón, otros por otra, todos ignoran esa obligada cortesía de los cien días que siempre se ha mantenido en política cuando se producen nombramientos o alguien llega al poder por la democrática vía de unas elecciones.
Vamos, que la proximidad de una nueva cita electoral hasta acaba con las buenas maneras...
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