Ciertamente que la figura, tan anglosajona, tan de película norteamericana o inglesa, siempre ha logrado captar la atención de tantos que gustan de lo foráneo - esa inveterada costumbre hispana de apostar siempre por lo ajeno antes que por las recetas propias - y se ha llegado a mitificar entre nosotros de tal manera que, naturalmente, con la Democracia a muchos políticos de un lado y otro del arco ideológico no tuvieron mejor ocurrencia que introducirla en nuestro ordenamiento jurídico, creando con ello un problema inexistente hasta la fecha, ya que evidentemente ni nuestra forma de ser y de pensar y desde luego la falta de cultura judicial avalan la utilización de los llamados jurados populares, como ha quedado demostrado ya en bastantes ocasiones...
Y es que está muy bien - y es muy cinematográfico - eso de "doce hombres sin piedad" para que Henry Fonda logre cambiar el criterio de los restantes miembros de un jurado, pero en determinados juicios en España, cuando mediática y popularmente el presunto delincuente está ya condenado de antemano y la sociedad en su conjunto le señala como culpable, queda la duda razonable de si no sería preferible que los hechos fueran juzgados y sentenciados por profesionales de la Justicia y no por un grupo de mujeres y hombres elegidos al azar, muchas veces sin preparación suficiente para dicha misión, sobre los que se descarga nada mas y nada menos que la responsabilidad de decidir sobre la culpabilidad o la inocencia del reo en cuestión.
Por eso sigo teniendo serias reservas sobre la utilización en nuestro país del llamado Jurado Popular y sobre todo cuando ante juicios como el que actualmente tiene lugar por el presunto asesinato de dos niños por parte de su padre y todo el revuelo mediático en torno al mismo, que evidentemente predispone en un sentido no ya la opinión pública sino que puede influir también en quienes deben decidir finalmente en semejante asunto, me sigo planteando si fué acertada la creación de esta figura en nuestro país o por el contrario su utilización añade un problema mas a nuestra tan denostada Justicia...
Desde luego, a quienes sean elegidos para dicha función, no les arriendo las ganancias.
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