Desempeñar un cargo en la cúpula de la organización empresarial española, como se ha puesto de manifiesto en demasiadas ocasiones, no es sinónimo de eficacia y oportunidad, por lo que nada puede extrañar que el responsable de Relaciones Laborales de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, hace tan solo unos días, se haya cubierto de gloria, al hablar de Absentismo, utilizando el inoportuno ejemplo de estimar que para poder asistir al entierro de un familiar, según establece el vigente Estatuto de los Trabajadores, cuatro días sean excesivos ya que con los medios de transportes que hoy día existen es posible hacerlo en unas horas e incluso en una sola, evidenciando con ello una absoluta falta de respeto con respecto a cuestión tan íntima y delicada y desde luego un absurdo criterio sobre como aplicar medidas para reducir la inasistencia injustificada al puesto de trabajo...
Y es que hay por ahí cada ejemplar que, por incontinencia verbal, por hablar sin reflexionar previamente sobre lo que debe exponer ante los Medios de Comunicación, por darselas de experto o simplemente por defender criterios ideológicos ciertamente discutibles y desde luego poco acordes con la realidad social en la que estamos inmersos, realizan declaraciones que, además de inoportunas, son realmente esperpénticas y están absolutamente fuera de lugar.
Por eso convendría que no solo por pagar una cuota, representar a una determinada empresa o formar parte del equipo de quién dirige la Organización, se ocupen de ciertos cometidos personas no adecuadas para desempeñarlos que, con su comportamiento o sus manifestaciones, ponen a la CEOE, subvencionada en parte por el Estado, en situaciones comprometidas que descalifican a la citada organización ante la sociedad española y que para la gestión de esas tareas se acuda a profesionales cualificados, discretos y poco locuaces...
¿O es que no los hay?
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